Holaste! Ahora me toco subir a mi xD

En fin, si bien no todos los que vean este blog son de Santiago (quizás muchos no), más de alguno reconocerá y entenderá el porqué de este pequeño reconocimiento a las antiguas y ya casi olvidadas micros amarillas...
Si bien en un todo el tiempo que estuvieron funcionando, generalmente se reclamaba por el mal servicio por parte de los "estimados choferes" siempre podíamos contar con esa micro salvadora que nos permitía llegar a destino, quizás en la pisadera, quizás pasando un mal rato, quizás sin podernos bajar donde queríamos. Pero tenemos que decir que era un servicio fiel, que presentaba un flujo digno de cualquier cuidad europea, también como olvidar la típica frase del dialecto urbano: "¿Tíooo me lleva por cien?". Los vendedores ambulantes: "¡El heladito a 100 pesos, chirimoya alegre, chocolito, cremino!". O al típico caballero salido de la cárcel o del hospital y que por su condición se le descriminaba impidiéndole trabajar como cualquier cristiano: "Señores pasajeros mi intención no es molestarlos, si no más bien darles a conocer mi situación, hace 6 meses que me encuentro cesante, mi mujer me dejó sólo con mis 6 hijos, es por eso que me encuentro en la díficil situación de pedirles una cooperación de 100 pesos o lo que ud pueda darme...". Y por último pero no menos importante el artista callejero, el que nos entretenía o nos hartaba dependiendo de nuestro estado de ánimo, el artista de música altiplánica, el rockero, el cebollero, etc. O los payasos con sus rutinas un tanto añejas pero que igual nos distraían de nuestras preocupaciones aunque fuera por unos segundos.

Adios Micros Amarillas, que Dios las tenga en su gloria.

Acá una canción que ud reconocerá de seguro alguna vez la relacionó con estos gigantes del servicio público: